Historia

1892 – 130 Aniversario – 2022

El origen del Museo Naval de la Nación se remonta a las últimas décadas del siglo XIX y está íntimamente ligado a la historia del Centro Naval, fundado en 1882 por oficiales de la Armada. Desde sus primeros años recibió el club donaciones de objetos y modelos de buques para ser exhibidos de modo que, con el tiempo, se fue acumulando una gran cantidad de piezas que no contaban con un espacio especial para ser exhibidas. Así surgió la idea de destinar un espacio del Centro para que funcionara allí el museo, cuya fundación oficial está registrada el 20 de mayo de 1892. En 1914, cuando se terminó de construir la nueva sede del club, situada en la esquina de Córdoba y Florida, se asignó al museo el cuarto piso. Allí funcionó hasta que en 1941 comenzó su traslado hacia el edificio que actualmente ocupa, en Paseo Victorica 602, originalmente construido para funcionar como los Talleres Nacionales de Marina.

Monumento histórico nacional

El 4 de septiembre de 1979, a través de la Ley 2187, el Museo Naval de la Nación fue declarado Monumento histórico nacional  por su valor histórico y tradicional. La declaración tiene como objetivo  garantiza para el futuro su conservación edilicia.

El Registro Nacional de Bienes Históricos e Histórico- Artísticos instrumenta la protección del patrimonio arquitectónico sobre la consideración básica de tres aspectos: a) el interés histórico-cultural;  b) el interés artístico-arquitectónico y constructivo, vinculado con las características inherentes a la obra propiamente dicha; c) el interés paisajístico-ambiental, referido a la relación de la obra con el entorno.

Los bienes protegidos en los términos de la Ley 12665 y sus modificatorias no podrán ser vendidos, ni gravados ni enajenados por cualquier título o acto, ni modificado su estatus jurídico, ni alteradas sus fachadas sin la intervención previa de la Comisión Nacional y estarán libres de toda carga impositiva.

Emblema Azul

El 26 de noviembre de 2014 el Museo Naval de la Nación fue señalizado con el Escudo azul de las Naciones Unidas,  iniciativa creada en 1954 para proteger bienes culturales en caso de conflicto armado o emergencia.

La Convención para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado nos invita a la adopción de medidas de reconocimiento de la protección que merece la cultura, entendida como patrimonio de la  humanidad ante situaciones especiales como emergencias o conflictos armados. Las medidas se plasman en la señalización el escudo azul de los bienes declarados Monumentos históricos nacionales y en la concreción de sensibilización que difundan la temática.

«Los daños ocasionados a los bienes culturales pertenecientes a cualquier pueblo constituyen un menoscabo al patrimonio cultural de toda la humanidad, puesto que cada pueblo aporta su contribución a la cultura mundial»

Preámbulo de la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado.
Talleres Nacionales de Marina

El edificio

Los Talleres Nacionales de Marina, construidos en 1879 bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda, fueron los primeros talleres con los que contó la Armada Argentina. En ellos debían repararse los modernos buques adquiridos en Inglaterra a instancias de Domingo Faustino Sarmiento, entonces presidente de la nación. Esos buques, específicamente construidos para la guerra, conformaron nuestra primera flota de hierro y vapor, y fueron el origen de la Armada moderna. Se trataba de buques fluviales, que para arribar a Argentina debieron superar una dificultosa navegación marítima para la que estaban poco preparados. A su llegada al Río de la Plata, estos buques fueron apostados en el río Luján, que por ese entonces funcionaba como puerto natural en una época en la que todavía no existía el puerto de Buenos Aires.

En 1898 los Talleres se trasladaron a Dársena Norte y el edificio, desocupado, comenzó a utilizarse como depósito de artillería de Zárate. En 1941 comenzaron a trasladarse allí las piezas del Museo Naval, que entretanto había pasado a depender de la Secretaría General Naval. En 1946, completada la mudanza, el museo fue reabierto al público.

Una de las obras que se efectuó en el Edificio en ese momento, para acondicionarlo en su nueva función de museo, fue levantar el piso por encima de las máximas mareas, lo que protege al museo de las inundaciones que con cierta frecuencia se producen en la zona.

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